domingo, 13 de abril de 2008

El por qué de nuestro consejero


Fue muy acertada la decisión que tomó nuestro emérito presidente al colocar a nuestro compañero Luigi Della Mea en el Consejo de la Facultad de Psicología. Acertada no tanto por su capacidad sino sobre todo por los planes que subyacen detrás de toda aparente buena intención. En conversaciones privadas, las cuales recién hoy salen a la prensa escrita, entre Luigi y el Presi, acordaron en introducir en el Consejo, a lo largo de los dos años que dura el mandato, una serie de resoluciones favorables para los intereses de nuestra noble institución, y ya se me pianta un lagrimón cuando le nombro, el Kamchatka Football Club.

La primera que lograron introducir es la siguiente: “Ningún Consejero podrá jugar de golero en los campeonatos oficiales y amistosos de la Facultad de Psicología y sus alrededores”. Esta resolución no dice nada en sí pero si prestamos atención nos daremos cuenta que el actual golero del Baremarte, ese que con su sola presencia ocupa todo el arco, Daniel Fagúndez, es consejero de la Facultad (primer baja a tener en cuenta).

La segunda, decía algo por el estilo: “Los estudiantes que se detallan en la nómina anexa tendrán derecho a no cursar Rorschach, salvándola automáticamente con 12, asimismo tendrán derecho de enamorarse de tantas como les apetezca”. Dicha nómina contempla a todo el plantel del Kamchatka exceptuando a Luigi que, por razones de ética, se retiro de la votación.

Una tercera concede a Luigi Della Mea la potestad de solicitar a los equipos docentes la realización de exámenes sorpresas a los estudiantes que éste disponga, teniendo a su vez la potestad de establecer día y hora para los mismos. “El consejero Della Mea será el responsable de establecer pruebas sorpresas eligiendo a la cantidad de estudiantes que estime pertinentes. Asimismo, la coordinación de fechas y horas queda a su entera disposición”. Uno podrá pensar que esta medida es una suerte de control académico, un poco reaccionario pero control al fin. La redacción de la moción, ahora resolución del Consejo, la hizo nuestro emérito presidente reservándolas en casos de finales en las que el equipo logre clasificar y se prevea una derrota contundente.


Según fuentes del club, en el correr de todo el 2008 se presentarán mociones similares buscando favorecer los intereses colectivos por encima de los individuales.

1 comentario:

Luigi dijo...

Es muy cierto todo lo que dice autor de este artículo, pero quiero agregar un detalle más:
Respecto al punto de “Ningún Consejero podrá jugar de golero...”, es cierto que nos viene muy bien que Daniel Fagúndez deje de ser el guardavalla de Baremarte, pero el principal interés que dio origen a esa resolución es otro:... Sabemos que tal vez Andrés Granese no esté presente en todos y cada uno de los partidos; puede llegar a pasar que algún partido del Kamcha coincida con alguno de Progreso, puede pasar que justo haya concertado una cita a ciegas en el mismo horario del partido, puede que le dé vergüenza ir porque se despertó tarde y no le dé el tiempo para quitarse el maquillaje, puede que quiera cuidarse las piernas para una entrevista de trabajo al día siguiente... Pueden pasar muchas cosas que hagan que Andrés no pueda ir a un partido, y probablemente nos desesperemos, y no sepamos qué hacer, y llamemos a nuestras madres, y ellas no sabrán qué decirnos, y nos desesperaremos más aún, y llamaremos a algún psicólogo que esté de turno, y no nos alcanzará para los aranceles, y le pediremos ayuda al Gonza, pero él tampoco sabrá qué decirnos... En fin, tal vez Andrés falte a algún partido, y será terrible, sin lugar a dudas, terrible, muy terrible para el cuadro, y tendremos que jugar al yapeyú para ver quién va al arco, y le tocará a Bruno, o tal vez al Pajarito, o tal vez a Nicolás, o tal vez a Valeria (¿?), o tal vez al Cuchu, pero nunca, nunca, nunca jamás, y lo repito para que quede bien claro, nunca, nunca jamás jamás, podemos permitir que Luigi vuelva a ponerse los guantes.