Ambivalencia de sábado por la tarde

No puedo ser positivo al escribir estas líneas. Se que me dirán: el kamchatka clasificó primero en su grupo, con siete goles a favor y solo uno encontra... Y sí, pero esto ya lo sabíamos desde siempre. En otro artículo de este blog ya se había definido al grupo que nos tocaba como un trámite. Pero algunos acontecimientos me tienen un tanto bajoneado y me han hecho recaer en las drogas pesadas: a estas horas ya son catorce los Ricarditos a los que les he aspirado el merengue.
El día arrancó precioso, me levanté, me rasqué las bolas, me olí la mano y pensé: que dulce aroma a primavera que tengo en las bolas, de seguro que tiro ahí adentro un par de gusanos y salen transformados en mariposas. Pero el cielo fue ennegreciéndose de a poco, siendo el correlato perfecto de los hechos que fueron acaeciendo.
Las lesiones y las ausencias son los motivos de tan poco deseado estado de ánimo. El 10 de la gente, está lesionado y no sabemos si podrá recuperarse para la semifinal, tiene un dedo de su mano derecha esguinzado, una verdadera lesión de macho... dejate de joder... limpiarte el culo debe ser tremenda tranza me imagino. La cuestión es que el 10 por este motivo también está triste, se pasa el día leyendo el prologo de Arbezún al libro de Eira.
Nuestro gran arquero, yo, Andrés, que viene siendo la valla menos vencida, el hombre más bondadoso, la cara más linda, las tetillas más rosadas del campeonato, sufrió un tirón, que puede llegar a ser un pequeño desgarro que podría ausentarlo de las canchas hasta el final del campeonato. La lesión se produjo al realizar una increíble atajada, detuvo un disparo que rozaba los 330 km/h, y que se incrustaba en el ángulo inferior izquierdo del arco. Nuestro magnánimo goalkeaper se puso a sobrar a los rivales y decidió atajar con las manos atadas a la espalda, por lo que tubo que estirar demasiado su pierna izquierda para detener el shootazo y su tejido epitelial (puedo estar escribiendo un disparate, a cagar!) no resistió, una lástima.
Mancho y el cuchu, andaban en misiones encubiertas por el interior del país y no pudieron concurrir al encuentro. La ausencia del cuchu se hizo sentir dentro del campo de juego, la del mancho en la concentración, es que como sabemos, el hombre más romántico del torneo es el encargado de la uva.
Pajarito que arrancó muy enredado en el partido, poco a poco se fue soltando y terminó haciendo jugadas de gran deleite. Una de cal y una de arena (frase que jamás entendí, por mi condición de burgués pero que supongo me viene bárbaro para la idea que quiero expresar), propia inestabilidad emocional de un púber, porque el pajarito es un púber, a mi que no me jodan.
Tal fue la rareza de este sábado que nuestro goleador histórico no convirtió por primera vez en un partido. Yo se lo atribuyo en parte a que la media cola de nuestro rompe redes no estaba bien hecha.

Pero a pesar de todo hay cosas para rescatar. Primero que nada el debut del bengala, fue la figura del partido, sacó todo en el fondo, fue insuperable, e inició todas las jugadas de gol del equipo. Este juvenil recién ascendido al plantel principal, promete. En segundo lugar la vuelta a las gradas de la líder de nuestras porreras, la Juli finalmente pudo recuperarse de la noticia de que Angel ya no jugaría más en el club y se hizo sentir durante todo el encuentro. Finalmente, el descubrimiento de un nuevo talento en esto del periodismo deportivo: la vale, aportó comentarios sublimes que pasarán a la historia, no así a estas líneas, porque no me acuerdo un carajo de lo que dijo, pero sin dudas la rompió.

Pero ahora a concentrarse en la semifinal que habremos de jugar ante la murguita. Comparsa de sub-desarrollados que no tiene chance ante nuestro poderío. La final es nuestra...

La pelota no se mancha, dijo un 10 trucho, cuyo único mérito es ser el primer sapo al que se le realizó un baypass gástrico. A parte de ser una pelotudez la proposición en sí, tanto nos da si se mancha o no la guinda, pues es simplemente un pedazo de cuero para ser golpeado. La frase posta, fue enunciada por nuestro talentoso cavernícola del mediocampo: Gonzalo Gatusso: la camiseta del Kamcha’ no se lava...