Esto que viene a continuación no es joda. El relato que transmitimos es un hecho verídico. Existen al menos dos razones por las cuales no se puede lavar la camiseta del Kamcha´, esa gloriosa alba auspiciada por Dumbar.
Una de ellas es mítica, el sudor producto de la entrega quedará impregnado en cada una de las casacas albas que serán trasmitidas de generación en generación por el resto de los siglos hasta que Alá baje a la tierra y termine con la jodita, o en todo caso la intensifique como a él le gusta.
La otra es de orden pragmático y refiere a una experiencia. Avisados todos de la necesidad de no lavar la casaca, el distraído capitán del Kamchatka Luigi "Se la mea", una vez terminado el primero de los partidos, obsesionado por el orden y la limpieza, introdujo su casaca con el número 14 en la interioridad más interna del lavarropas. La misma, me refiero a la casaca, no a la interioridad, giró estrepitosamente junto con un par de calzones y otras prendas íntimas (entre ellas un soutien), respetando estoicamente la secuencia de los programas de lavado. Al salir de la máquina, casi tan mareada como el Mancho antes de las prácticas, fue colgada al sol para iniciar el proceso de secado natural. Una vez descolgada de la cuerda donde la madre de Luigi cuelga delicadamente las sábanas manchadas del cuarto de nuestro capitán, éste se percató de que la talle M había devenido XXXS, convirtiéndose en prenda para bebé. Ni sordos ni perezosos, los jugadores del Kamcha´reunidos con la directiva del Club, decidieron hacer una orgía para que nazca el primer jugador bebé del Kamchatka FC. El resultado de esta fiesta la tendremos dentro de 9 meses, si es un aborto dentro de un par de semanas.
Una de ellas es mítica, el sudor producto de la entrega quedará impregnado en cada una de las casacas albas que serán trasmitidas de generación en generación por el resto de los siglos hasta que Alá baje a la tierra y termine con la jodita, o en todo caso la intensifique como a él le gusta.
La otra es de orden pragmático y refiere a una experiencia. Avisados todos de la necesidad de no lavar la casaca, el distraído capitán del Kamchatka Luigi "Se la mea", una vez terminado el primero de los partidos, obsesionado por el orden y la limpieza, introdujo su casaca con el número 14 en la interioridad más interna del lavarropas. La misma, me refiero a la casaca, no a la interioridad, giró estrepitosamente junto con un par de calzones y otras prendas íntimas (entre ellas un soutien), respetando estoicamente la secuencia de los programas de lavado. Al salir de la máquina, casi tan mareada como el Mancho antes de las prácticas, fue colgada al sol para iniciar el proceso de secado natural. Una vez descolgada de la cuerda donde la madre de Luigi cuelga delicadamente las sábanas manchadas del cuarto de nuestro capitán, éste se percató de que la talle M había devenido XXXS, convirtiéndose en prenda para bebé. Ni sordos ni perezosos, los jugadores del Kamcha´reunidos con la directiva del Club, decidieron hacer una orgía para que nazca el primer jugador bebé del Kamchatka FC. El resultado de esta fiesta la tendremos dentro de 9 meses, si es un aborto dentro de un par de semanas.
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