lunes, 3 de diciembre de 2007

Las viejas del Kamcha'

En la concentración del Kamchatka hasta hace un par de días había una cocinera, encargada por supuesto, de los gourmet del plantel. Pero los jugadores en la última concentración se zarparon y abusaron sexualmente de la misma, la cual renunció a la mañana siguiente. Por este motivo, en la concentración hacía falta quien se hiciera cargo de la comida. Es así que los jugadores y las porreras decidieron llamar a sus madres. Estas prepararon un delicioso guiso de porotos para todos y luego de arropar a los valientes jugadores kamchatkeros decidieron quedarse en el patio de la concentración hablando de la vida. He aquí alguno de los diálogos que se escucharon durante la noche:

Vieja de vale: -¡Que flaca que sos! – dijo, dirigiéndose a la vieja del pajarito – Tomá comé una pata de pollo... ¿sos feliz?
Vieja del pajarito: -Es curioso tu planteo. – decía mientras ejecutaba el rítmico movimiento de sobarse el mentón – mas es un claro ejemplo del juego entre el significante, el sentido y la significación. – prosiguió, manteniendo la mirada fija en el horizonte del conocimiento y la sabiduría – Yo, lo que estás viendo, la forma que percibes, soy el significante. Y tu, a través del sentido, el cual es un constructo socio-histórico, que te dice que es lo que se puede pensar y que no, delimitando los territorios de visibilidad, no solo me significas, sino que también pones en tela de juicio una categoría tan abstracta como la felicidad.
Vieja de vale: -¿Eh...?
Vieja del pajarito: -Claro! Lo real material-concreto solo puede ser enunciado desde lo real ideal-simbólico y a esto último lo conforman dos cosas: por un lado los órganos sensorio-perceptores y por el otro la atribución de sentido, el cual a su vez condiciona al primero, y que como te dije antes, responde a una construcción socio-histórica, o sea, es darle una significación a un significante que en un primer momento no la tenía y que dependiendo del contexto bien podría ser otra. Finalmente, tu me concibes como otredad desde tu propia mismidad, es así como tu llegas a dudar de mi felicidad, pues tu te miras en un espejo, te ves suculenta y te sientes feliz, desde allí es que construyes la significación.
Vieja de vale: -¿¡EH...!!!? – preguntó frunciendo el seño -
Vieja del pajarito: -¡que yo en África sería una gorda y que vos solo sos feliz engullendo comida, carajo!
Vieja de Andrés: -Quedate tranquilita, no te hagás la loca, histérica del orto – le reprochaba a la vieja del pajarito acompañando sus palabras con un golpecito en la nuca de la pobre intelectual – Vamo’ a hablar de algo importante. El otro día me pasó algo rarísimo, iba en el 17 pa’ casa (bueno, dónde más pueden pasar cosas raras sino es en ese ómnibus) y tenía tremenda hambre y ganas de cagar al mismo tiempo. Cuando llegué a casa no sabía que hacer, estaba desesperada, si iba al baño me iba a morir de hambre y si comía me cagaba parada. Fue horrible!
Vieja del Cuchu: -Graan problema! Allá en el tacua una ve’ murió una muje poreso.
Vieja de Ro: -Pa, que nunca te pase! – consoló rascándose un hongo ubicado entre los dedos índice y gordo del pié derecho - ¿No quedó un cacho de guiso vo? andá a fijarte. – le pidió a la vieja de Pablo
Vieja del Pablo: -Fa! Ponele que no encara, ‘ta re lejos, se me cae un ovario, ponele que es tremenda tranza.
Vieja de Mari: -Mira que sos ovariuda viejis de pablis. Yo te traigo, ¿sabés porqué? porque esos hongos están de más, son re verdes.
Vieja de Lili: -Bla bla bla bla bla bla bla bla bla.
Vieja de Juli: -Ja!, ja ja ja ja. Bla bla bla bla bla.
Vieja de Lili: -Ja! Ja ja ja. Sos re genia! Un día tenés que ir a casa y bla bla bla bla.
Vieja de Juli: -Dale de más! ¿Sabés que tengo una boxer que se recontra caga a pedos?
Vieja de Lili: -Ay! Me muero, yo también, que divina! Bla bla bla bla.
Vieja de Bruno: -Buenas, buenas. Disculpen que llegué tarde. Lo que pasa es que me vine en los bondis haciendo como que me subía equivocada. Sabés qué! dieciséis bondis subiendo y preguntando si pasaban por el pilsen rock. Me decian que no y yo les decía que cómo que no, y así le ganaba tres o cuatro cuadras. Pero bue’ ya llegué.
Vieja del Cuchu: -Graaan chanta! Allá en el tacua una ve’ a una muje le descubrieron que hacía eso y la agarraró el gremio de colectivero’ y la cagaron a trompada’.
Vieja del Mancho: - ¿y aquellas tres quienes son? – preguntó mientras se bajaba la tercera caja de vino – Toda la noche han estado juntas.
Vieja del Cuchu: -Graaan compinche’
Vieja de Andrés: -Vo’ manga de cortadas, qué carajo se...

Los detalles del resto de la noche prefiero evitarlos, los ánimos se caldearon. En el medio del caos y el despelote se escucharon cosas como estas:

Vieja de Bruno: -¡Aguante el oeste carajo!...
Vieja de Vale: -¿qué pasa...? menos mal que me traje el Alikal...
Vieja del Cuchu: -Graaan patada!!!

No hay comentarios.: